Salud
Quinoa: indispensable en la dieta
Es una semilla sabrosa, fácil de cocinar y un alimento súper nutritivo: alto valor proteínico, rico en fibra, hierro y grasas saludables. En resumen, un negocio redondo para el paladar y para la salud.
Es tan importante incorporarla a la dieta, que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) declaró el 2013 como el Año Internacional de la Quinoa. Es que los motivos son todos positivos. Parecen pequeños granos, pero cocida, es una semillita esponjosa, y de textura y sabor similares a los del arroz integral.
Es una joya culinaria que:
- ayuda al cerebro ya que es rica en aminoácidos.
- contribuye a controlar los niveles de colesterol.
- no contiene gluten (recomendada para celíacos).
- ayuda a regular la azúcar en sangre (recomendada para diabéticos).
- mejora la piel por su alto contenido en proteínas y vitaminas.
- es rica en fibra, hierro, zinc, selenio y vitamina E (antioxidantes que protegen contra enfermedades).
- por su alto contenido en fibra, colabora en el proceso digestivo y provoca saciedad (una taza de quinoa tiene 8 gramos de proteína y 5 gramos de fibra).
¿Cómo utilizarla?
- En sopas.
- Ensaladas (con verduras, nueces, o con hierbas y especias, etc).
- En wok.
- En postres dulces, con yogur o granola (o como cereal caliente).
Una buena opción es sustituir (o intercalar) el arroz blanco o integral por la quinoa (tiene el doble de hierro y de proteína).
¿Cómo se cocina?
Hay que lavarla (enjuagarla) y hervirla. Su cocción es rápida -se calculan unos 20 minutos por taza- y rinde tres tazas cocidas por una taza cruda. La blanca es la más común seguida por la negra y la roja.