Por ser una fruta rica en azúcares, suele estar siempre bajo la lupa en los regímenes alimenticios. Pero por el contrario, tiene tantas propiedades que no debería faltar en una dieta diaria.

 

Contiene fibra, carbohidratos, tres vitaminas antioxidantes (A, C y E), hierro, vitaminas del grupo B, y ácido fólico. Es famosa en las dietas de los deportistas por su alto contenido en potasio y su gran valor energético. Y como dijimos, es rica en azúcares, pero baja en grasas y sodio.

Por todas las propiedades que describimos recién, tiene beneficios concretos para nuestra salud:

• Desintoxica el organismo.
• Combate la anemia.
• Evita problemas digestivos.
• Ayuda a controlar la presión arterial.
• Fortalece el cabello.
• Previene úlceras gástricas.
• Tiene efectos diuréticos y laxantes.
• Previene los “calambres” musculares.
• Alivia el estrés, la ansiedad, el nerviosismo y el insomnio.
• Es un antiácido natural.
• Y contra lo que muchas personas creen, la banana facilita la pérdida de peso. ¿Cómo? Aporta 90 calorías por cada 100 gramos, con 0% de grasa. Y además, ayuda a aumentar el metabolismo, ayuda a la digestión y a mantener los niveles de azúcar en sangre, colaborando que tengamos menos ansiedad y que por lo tanto, comamos de más.

¿Cómo la incorporamos?

Podés comer una banana en ayunas, como una fruta a media mañana o media tarde (en lugar de otros snacks). También, podés disfrutarla en smoothies, helados y exquisitos postres que te proponemos en nuestras recetas. ¡A probar!