Escuchamos una y otra vez lo importante y recomendable que es comer verduras. Pero esa frase tan genérica muchas veces termina siempre de la misma manera: con una guarnición de puré o una clásica ensalada. Lo cierto es que hay distintos tipos de cocción que nos pueden ayudar a agregar variedad y reemplazar por otros alimentos como las harinas.

Verduras al vapor

Esta es una de las opciones más sanas, pero no por eso menos deliciosa. La verdura cocida al vapor conserva sus vitaminas, nutrientes y color natural. Además, mantienen todo su sabor. Es una de las formas más sencillas, limpias y rápidas. Zapallo, papa, batata, coliflor, brócoli, chauchas, zapallitos (común o zuchinni), choclos. Pueden acompañar un plato o ser el principal. Salpimentadas, con aceite o manteca, exquisitas!

Verduras asadas

Las verduras asadas son exquisitas, suman un sabor original y rústico.  Debido a las reacciones químicas (reacción de maillard) que se producen, se concentra más el sabor y suman un toque tostado y crujiente que las hace irresistibles. Zanahoria, calabaza, cebolla, ajo, papas, batatas, remolachas, berenjenas… En una fuente plana, con un toque de aceite de oliva y listo. Lo ideal es hacer cada variedad por separado por los tiempos de cocción, y en ese mismo sentido, que los pedazos sean parejos. Animarse con otras verduras -no tan clásicas para el horno- también puede sorprender y mucho: tomates perita en cuartos, puerros, espárragos… Verduras asadas a la parrilla en un asado es un acompañamiento de lujo que no pueden dejar de probar!

Verduras salteadas

Esta es la opción requiere que las verduras estén cortadas en tiritas finas y parejas. Cebolla de verdeo, puerro, ají morrón, zanahoria, brotes de soja y zuchinni. En ese orden, en una cacerola o wok bien caliente con un chorrito de aceite, podés preparar una comida increíble. Si te gusta la salsa de soja, podés agregarle casi al final de la cocción para que tome un poco de gusto y le dé un toque especial a tu comida.

Así las verduras, pueden ser un excelente acompañamiento, un plato principal, o pueden ser ingredientes de otro. Mezclarlas con arroz, pastas, utilizarlas como rellenos de tartas, sopas, ingredientes de ensaladas, por ejemplo. Creatividad e ingenio. ¡A probar y a sumar sabores y nutrición!