Comida étnica: animarse a otros sabores
Salud

Comida étnica: animarse a otros sabores

Se puede viajar con el paladar, probando nuevos gustos, aromas y experiencias.Conocer una cultura y entenderla desde su gastronomía es una opción que eligen cada vez más comensales.En restaurantes o en casa, un recorrido de sabor.

Definimos comida étnica a los platos específicos de una región o una comunidad que se diferencian de la tradicional comida occidental.Y es a partir de ese contraste, que se plantea el desafío para nuestras costumbres y nuestro paladar.Probar diferentes sabores, ingredientes, maneras de cocinar y texturas que transmiten la esencia y la cultura de cada comunidad a la que pertenecen.

La globalización, el acceso a recetas y también, las corrientes inmigratorias, han resultado en el desembarco de muchas propuestas gastronómicas de distintas partes del mundo.Sólo en Capital Federal, por ejemplo, se puede acceder a restaurantes de comida coreana, húngara, croata, africana, china, japonesa, francesa, hindú, polaca, peruana, alemana, mexicana, vietnamita, sueca, tailandesa, vasca, armenia, brasileña y rusa, entre otras.

La comida étnica resulta cada vez más atractiva para muchos.Algunos por tener o recuperar contacto con sus raíces, y otros simplemente, por experimentar.

Para aquellos que nunca incursionaron en este viaje gastronómico, consultar sobre los platos antes de elegirlos puede ayudar al disfrute.Algunos son más accesibles que otros para el paladar argentino.Tal es así, que ciertos platos típicos de algunas comunidades, que antes eran excéntricos, ya están prácticamente incorporados a nuestro menú, como por ejemplo: el sushi (japonés), el cebiche (peruano), el chucrut (alemán) o los tacos (mexicanos).

Pero están los más distintos y extremos para nuestras costumbres, ya sea por los ingredientes, las formas de cocción o mezcla de sabores.Un ejemplo: los platos de la cocina asiática (coreana, japonesa, vietnamita, china, hindú y tailandesa).Si bien tienen una base fuerte de arroz, verdura y pescado, muchos platos son extremadamente picantes y proponen fuertes sabores agridulces.

La propuesta es concreta y la experiencia promete.No hay viaje más accesible que este: entender una cultura, saborear un clima o disfrutar de un paisaje a través del paladar.¡Es cuestión de atreverse!