Salud
Fiestas a conciencia: ¿Cómo lograr una mesa navideña saludable?
Almorzamos para ponernos al día con nuestras amigas, armamos un picnic para que los chicos se diviertan o cenamos cada semana con nuestros compañeros de trabajo: no importa en qué época del año estemos, en nuestro país la comida suele representar una parte importante de nuestra vida social. Pero en diciembre, un mes que se caracteriza por las reuniones familiares y los encuentros para despedir el año, estos momentos especiales se convierten en la antesala de lo que será un plato aún más grande, sinónimo de comida en exceso y un menú hipercalórico: las fiestas navideñas.
Es que, en definitiva, el problema de fondo que trae Navidad y Fin de año es que no arrancan ese día, como explica la nutricionista Paola Aira (MN 7807): “Ya desde el 1° de diciembre empezamos con las despedidas, hay más encuentros de lo normal y todos giran en torno a la comida. Hay que ver cómo hacer estos encuentros lo más saludables posible”.
Ahora la pregunta es: ¿Cómo podemos revertir este panorama de cada fin de año? Disfrutar de todos estos festejos es posible si hacemos del equilibrio nuestra meta principal. Básicamente, la clave es elegir de manera consciente: lo importante es alinear nuestra mente y cuerpo al reencuentro con la familia y amigos… y no en la comida.
Para esto, es muy importante sacarle un poco la presión a las fiestas: “Si tuvimos un año saludable, nada de lo que hagamos el 24 o el 31 a la noche va a sacarnos de ese sendero. Y lo mismo sucede al revés”, explica la nutricionista.
Si bien las comidas navideñas provienen de una costumbre europea en su mayoría, en toda sudamérica tenemos un diferencial muy importante: acá es verano, y eso nos ayuda a armar opciones con frutas y verduras más frescas. “Toda esta variedad nos permite armar guarniciones, entradas, mesa dulce y postres con productos de esta estación y salir un poco de la garrapiñada o turrones y reemplazarla por opciones más frescas”, remarca la nutricionista, sobre uno de los errores más comunes cuando pensamos en el menú.
Pero además de lo que te contamos antes, otro de los pasos importantes para una navidad saludable es realizar las 4 comidas como cualquier otro día. Uno no debería llegar a la mesa con hambre porque, queramos o no, ¡vamos a elegir mal! Entonces, comer algo que dé saciedad previamente, algo más proteico, para llegar al evento sin hambre a cuestas: eso es clave.
¿Y una vez en la mesa? Otra cosa importante es ser conscientes de lo que se pone en el plato. Si nos levantamos continuamente y picoteamos, no tomamos dimensión de las cantidades. Pensá que la noche es super larga, tenés tiempo y no es necesario probar todos los platos, hay muchos de ellos que los podés elaborar cualquier día y no sólo para la noche del 24 o del 31.