¿Por qué no los podemos resistir? ¿Por qué sentimos muchas veces una necesidad urgente de comer algo dulce? ¿Qué podemos hacer frente a estos impulsos? Tranquilas. La información nos da poder. Saber qué nos pasa con lo dulce es clave para cuidarnos y sentirnos bien.

¿Cuántas veces sentiste una necesidad compulsiva por comer algo dulce después de las comidas? Sí, muchas. Lo cierto es que este antojo desmedido tiene una explicación física. Cuando baja el nivel de azúcar en sangre, el cuerpo pide. El azúcar se digiere rápido y entonces, la sensación de bienestar es muy corta. En cuanto se ingiere, bajás la ansiedad, pero rápidamente, vuelve la culpa y nuevamente, las ganas de más. ¿Se puede evitar? Sí. Una persona que tiene su metabolismo en equilibrio no debería sentir esto. Pero si no es el caso, lo importante es ser consciente de lo que está pasando en nuestro cuerpo y saber sustituir esos alimentos y prevenir con buenos hábitos para no entrar en un círculo vicioso. El placer y la gratificación de la ingesta de dulces son efímeros.

Aunque también, además de lo que sucede en nuestro cuerpo a nivel físico con el azúcar, puede ser que la causa de esa necesidad de consumo, sea emocional. En este caso, hay que advertir que cuando nuestro cuerpo nos pide lo dulce, es otra cosa lo que está necesitando o buscando. Esta consciencia nos va a ayudar a darnos cuenta y frenar una actitud que terminará siendo más destructiva que placentera.

Aquí compartimos algunos trucos para evitar el consumo de azúcar y cuidar tu cuerpo y, por lo tanto, tu salud:

• Consumí alimentos que tengan minerales y vitaminas que eviten la ansiedad (arándanos, almendras, algas, maca, banana, avena, entre otros).
• Hacé actividad física (así tu cuerpo libera endorfinas y vas a tener sensación de placer y de relajo de esta manera).
• Evitá acumular dulces en tu casa y en su lugar, tené frutas frescas o frutos secos a mano, cuestión de no tener que lidiar con la tentación.
• Consumí infusiones que te gusten (podés usar endulzantes para evitar el azúcar).
• Bebé mucha agua, especialmente cuando llegue el antojo.

De cualquier manera, si sentís que no lográs controlar el impulso por comer cosas con azúcar y eso te hace sentir mal, no dejes de consultarlo con tu médico de cabecera o tu nutricionista.