Más allá de que consumas o no leche de vaca, la propuesta de tomar leches vegetales es una opción sabrosa y saludable.Y si sospechás que es complicado hacerlas, ¡todo lo contrario! Para cocinar, hacer preparaciones o beberlas solas, son fáciles y nutritivas.

Con el boom del veganismo y muchos casos de intolerancia a la lactosa, se han popularizado las leches vegetales: leches extraídas de cereales, legumbres o frutas secas.Y justamente, por su origen, se destacan por tener gran concentración de minerales, vitaminas, calcio y ácidos grasos esenciales. 

Dependiendo de tu elección, será el preparado previo y las proporciones que vas a necesitar.Se sugiere no consumir siempre la misma para ir variando las propiedades (que contiene el producto de origen).

Vamos a recomendarles principalmente la leche de avena, de coco y de almendras por sus beneficios y sencillez en el preparado.En este caso, las tres son súper amigables para cocinar y para usar en remplazo de la vacuna (para licuados o comer con granola, por ejemplo).Sólo vas a necesitar: el ingrediente base que elijas, agua, edulcorante (podés utilizar Hileret Stevia), y si querés darle un toque especial, unas gotitas de esencia de vainilla o canela.

Para la leche de almendras es necesario dejarlas en remojo toda la noche y tener una licuadora potente.En cualquier caso, es importante tener a mano una gasa o un colador de tela, para que no se filtre ningún pedacito que haya quedado del licuado.Toda la pulpa que quede en este caso, lo vas a poder utilizar para hacer postres, o para espesar rellenos de tartas o tortillas.

¿Cómo hacer la de coco? Necesitás: 300 grs.de coco rallado, 3 tazas de agua hirviendo, 3 tazas de agua fría.Te va a aportar muchas vitaminas y minerales.Colocá el coco rallado en la licuadora y echale el agua hirviendo.Lo dejás reposar unos minutos y lo licuás.Agregás el agua a fría y seguís licuando, hasta lograr una pulpa integrada.Vas a colarla (con la tela como ya explicamos) y vas a guardar la leche en una botella de vidrio o frasco esterilizado.Sacudí el contenedor cada vez que vayas a consumirla para integrar bien los ingredientes.Separá la pulpa para otra preparación (¡pueden ser galletas!).No la conserves más de tres días en heladera.¡A disfrutar!