La levadura de cerveza le da un sabor especial a las comidas y sobre todo, suma una importante cantidad de proteínas y vitaminas del grupo B. Es uno de los suplementos dietéticos más recomendados por sus beneficios y también, por su practicidad. ¿La conocés?

Tener al alcance de la mano un alimento tan sencillo de consumir y tan, pero tan nutritivo, es casi un milagro. Y sí, algunos dicen que es milagroso, pero es un simple tipo de hongo que se usa para fermentar la malta, que no contiene azúcares, ni alcohol (como suplemento se seca a altas temperaturas para que no haya posibilidad de fermentación), ni gluten, ni tampoco conservantes.

¿Dónde se consigue? La podés comprar en dietéticas y en algunos supermercados. Tiene presentación en polvo o en copos (también viene en cápsulas, por si no te gusta su sabor, pero querés disfrutar sus beneficios).

¿Cuándo incorporarla? Siempre, porque es un shot de energía, altamente nutritiva. Suma una importante cantidad de proteínas y vitaminas del grupo B y por estas características, la levadura de cerveza es recomendada, entre otras cosas, para:

• Tener piel, uñas y cabello saludables
• Levantar estados de ánimo y cansancio recurrente
• Combatir el estreñimiento
• Diabetes
• Controlar el colesterol
• Casos de anemia

¿Cómo consumirla? Dos o tres cucharaditas de copos de levadura de cerveza al día. Podés espolvorearla en el yogur con cereales, licuados, jugos, sopas, ensaladas, legumbres, salteados de verdura, guisos y también, podés probar las saborizadas (con gusto a queso, por ejemplo) para poner sobre los fideos.

Este maravilloso suplemento no presenta contraindicaciones, aunque siempre recomendamos que consultes a tu médico o nutricionista cada alimento o suplemento que sumes (o restes) a tu dieta para tener siempre una dieta equilibrada, completa y saludable.