Son tiempos de horarios alterados y de estar mucho tiempo en casa. Han cambiado también, las formas de comprar y muchos hábitos de consumo. ¿Cuánto repercute, en este contexto, el orden y la planificación de nuestra alimentación? Muchísimo.

Es muy importante, como decimos siempre, respetar las comidas y que sean completas y balanceadas. Para eso, y si tenemos los horarios alterados por la nueva realidad, podemos ponernos horarios, alarmas y también: planificar. Mantener un orden, en los tiempos que corren, es muy importante para optimizar los recursos, tanto en la compra como en el aprovechamiento del tiempo.

La nutricionista Paola Aira (MN 7807) nos explica: “La rutina ayuda a tener hábitos más saludables, te ayuda a evitar imprevistos que te llevan a comer mal o a no comer que es igual de malo. Genera la repetición y desplaza las excepciones, en las que uno termina resolviendo rápido con comidas poco nutritivas.”

¿Qué podemos hacer en ese sentido? Paola recomienda organizarse mediante un menú semanal aprovechando compras más ordenadas y planificadas. “Un menú y compras semanales permiten ver y planificar la semana. Está bueno armar un menú a partir del alimento y no tanto por plato: si tenés zuchini, saber con eso podés hacer sopas, milanesas, rellenos, tartas, etc. Se puede ir rotando y resolviendo muchas comidas con ese alimento que tenemos o vamos a comprar”, explica Paola.

También, se puede optimizar el tiempo usando un gran aliado: el freezer. Congelar permite preservar la compra. La nutricionista detalla: “Lo congelás cocido o crudo, lo dividís en porciones y lo rotulás. Hay pocas cosas que no se pueden congelar, como el huevo duro, pero salvo excepciones, se puede congelar casi todo. Mejorás el hábito en calidad y tiempo, es más fácil de sostener y mucho más saludable.”

Algunos tips:

• Estar pendientes de promociones de compras (por ejemplo, de bolsones de verduras).
• Armar un menú semanal con dos o tres platos más para poder rotar y no comer todos los días de cada semana lo mismo.
• Tener el freezer alimentos por separado y también, platos ya preparados por porciones. Siempre todo rotulado.

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