La sucralosa es un edulcorante sin calorías, unas 600 veces más dulce que el azúcar. Se obtiene a partir de la caña de azúcar, pero se modifica para que el cuerpo no la absorba ni la use como energía. Por eso no aporta calorías ni eleva el azúcar en sangre.

Es apta para cocinar y hornear porque resiste el calor, y está aprobada por autoridades internacionales como la FDA (EE.UU.), la EFSA (Europa) y el Código Alimentario Argentino.

La mayor parte se elimina sin cambios por el cuerpo y no se acumula ni afecta la microbiota intestinal. Los estudios demuestran que su consumo está muy por debajo del límite diario seguro, incluso en quienes la consumen frecuentemente.

Algunos estudios recientes analizaron su efecto en el cerebro, pero no encontraron que aumente el apetito ni el consumo de alimentos. La sucralosa es segura, no estimula el hambre y puede ser una excelente opción para reducir el azúcar sin resignar sabor.

Hileret Zucra además, utiliza una sucralosa de alta calidad con un sabor diferente y perfil idéntico al azúcar.