Su tamaño es pequeño, pero sus beneficios para la salud son enormes. Propiedades y consejos para disfrutar de esta fruta en su mejor momento.

 

¡Bienvenidos a la temporada de arándanos! En Argentina, la mayor parte de la cosecha comienza a mitad del mes de septiembre y se extiende hasta mediados del mes de diciembre. Durante este período, los arándanos o blueberrys están en su mejor momento y se convierten en la favorita.

Pero, ¿qué es lo que atrae tanto de esta pequeña fruta? Por un lado, su ligero sabor ácido; por otro, sus múltiples beneficios para la salud, principalmente su alto contenido de antioxidante.

 

Algunas de sus propiedades:

• Tienen más antioxidantes que el vino tinto y el té verde.
• Ayudan con el envejecimiento y revitalizan la piel.
• Son un antiinflamatorio.
• Tienen una gran cantidad de fibra, vitamina C, E y potasio.
• Intervienen en la formación de colágeno y glóbulos rojos.
• Favorecen la absorción del hierro de los alimentos, fundamental en regímenes vegetarianos.

¿De dónde provienen los arándanos que podemos encontrar en las verdulerías? Las principales provincias productoras son Entre Ríos, Tucumán y Buenos Aires, pero cada vez podemos ver más arándanos producidos en otras provincias como Corrientes, Santa Fe, Salta, Catamarca, San Luis y Córdoba.

 

Cómo elegir los arándanos

• Es importante seleccionar los arándanos que se vean más firmes y con color uniforme.
• Si movemos la caja y se mueven todos fácilmente, significa que están frescos y no fueron congelados.
• También debemos verificar que no estén dañados o humedecidos.

Los arándanos son más jugosos y deliciosos durante esta época, pero congelarlos en su mejor momento nos va a permitir disfrutar de ese fresco sabor durante todo el invierno. Para congelarlos, lo mejor es desplegar los arándanos sobre una bandeja plana y guardarlos en el congelador hasta que se endurezcan. Después, repartirlos en bolsas para almacenarlos en forma más compacta. Eso sí: es muy importante no lavarlos antes, sino lavarlos justo antes de comerlos.

 

Cómo sumarlos a las comidas de todos los días

El arándano es una fruta del tipo baya, considerada dentro del grupo de las frutas finas o berries. Su color azul se debe a la presencia de las antocianinas que le dan ese color característico. ¿Lo mejor? Es una fruta súper versátil.

A la hora de sumarlos en nuestro menú diario, la lista es larga y súper tentadora: desde jugos y licuados con otras frutas o frutos secos, hasta limonada, una mousse de yogur y arándanos. También se pueden sumar en la avena, en el cereal o en un refrescante smoothie con otras frutas como kiwi o frutillas. Además, por su bajo poder calórico, son el snack perfecto.

Para el antojo dulce de cada tarde, podés sumarlos en scones, budines, muffins, tartas  o en una deliciosa torre de waffles. Y si sos del team agridulce, dejate sorprender y sumala en una ensalada, junto con hojas verdes y frutos secos. ¿Más ideas? También puede ser un buen acompañante de quesos o podés incorporarlos en una salsa para acompañar carnes.

Para palpitar el verano, no dejes de ver esta receta de Paulina Cocina: helado casero sin azúcar y, por supuesto, con los arándanos como protagonista.