Psicóloga y emprendedora, vio en la Psicología Positiva otra forma de relacionarse con su profesión. A través de talleres, sesiones y su cuenta Muévete Chica (@muevetechica) acompaña a las mujeres para que puedan ser “jefas de sus propias emociones”.

 

¿Qué es exactamente la Psicología Positiva?

La Psicología Positiva es una rama muy nueva de la psicología general que nace a fines de los años ‘80 en Estados Unidos, cuando el doctor Martin Seligman -en ese momento  presidente de la Asociación de Psicología- decidió analizar los presupuestos en salud. Así fue como vio que había muchísima inversión en todo lo relacionado a las enfermedades y al sufrimiento, pero que nadie se había puesto a investigar qué pasaba con la gente que tiene buena salud mental. Básicamente se preguntó: el que está bien, ¿por qué está bien? Junto a otros especialistas generó toda una corriente que se denominó Psicología Positiva.

¿Y qué te llevó por ese camino?

Estaba buscando algo similar a eso. Me puse a investigar, encontré un posgrado y me anoté sin pensarlo. La verdad es que me cambió la relación con mi profesión, la forma de encararla, y también me ayudó muchísimo en lo personal. Cuando tuve que armar Muévete Chica lo pensé como un espacio para que la gente se conectara con los saberes de la Psicología Positiva: que sea su lugar para conocerla e incorporarla en su día a día. Una de las cosas que me encanta de la Psicología Positiva es que en una de sus investigaciones explican que una emoción o situación negativa nos provoca tal estrés que solo se puede revertir generando tres emociones positivas.

¿Cómo sería eso?

Por ejemplo, si yo discutí en el banco con la cajera y volví toda frustrada, me planteo qué tres situaciones positivas puedo generar para revertir lo negativo. Puede ser desde comer algo rico, hasta llamar a esa amiga que siempre me levanta el ánimo o lo que sea que nos genere bienestar. El punto es lograr esas emociones que equilibren el mal momento y nos permitan salir y no seguir atrapadas ahí. Si sabemos esa regla podemos aplicarla a nuestra vida.

¿Cuál sentís que es el mensaje más importante que tenés para compartir desde Muévete Chica?

Creo que el mensaje más importante es el nombre en sí: el movernos. Es esa sensación de que si nos movemos, intentamos, probamos y buscamos, vamos a alcanzar algún movimiento interno. Hablo de una transformación, de un cambio que se va a lograr en ese hacer. No es lo mismo estar pensando qué hacer, que dar un par de pasos para ver qué pasa.

Pero todo paso a paso…

Exacto. Trabajo mucho en la idea del paso a paso porque, muchas veces, las personas con objetivos muy grandes se apabullan y eso genera un bloqueo. No importa la meta final, sino preguntarnos qué podemos hacer hoy para trabajar por eso. Hay que pensar cada objetivo como una escalera con muchos escalones en la que nos vamos a enfocar en el primer escalón y, una vez que lo hicimos, mirar el segundo. No pensamos en el tercer o cuarto escalón, sino en el siguiente.

Después de haber escuchado la experiencia de tantas mujeres que te siguen en las redes sociales o en los talleres, ¿Por qué creés que nos dan tanto miedo los cambios?

Hay muy pocas personas a las que no les da miedo incorporar algo distinto o novedoso. Salir de lo que se llama la “zona de confort” es algo que nos da miedo y esto es algo que no se puede evitar o superar: al miedo hay que atravesarlo. Hay que hacer las cosas como si fuese un campo sembrado de miedo… Bueno, hay que caminar por ese campo de miedo sabiendo que, del otro lado, hay una mejor pastura. El leitmotiv de mi trabajo en general, no sólo de Muévete Chica, es esta idea de la libertad: hacernos cargo de nuestra libertad, entender que todos podemos hacer realmente lo que queremos y que podemos buscar las herramientas o manos necesarias para salir de esos mandatos o esa vida que no nos hace bien. Sea en lo laboral, en las relaciones, en el lugar donde vivimos… Hay opciones, maneras y caminos para salir. Pero ojo, hay grises, ¡no es eso o la nada! El cambio es lo mejor que nos puede pasar en esta vida porque es lo que nos va a permitir crecer, madurar, mejorar… La vida es eso: vinimos a aprender.