Charlamos con la cocinera Maru Botana, una experta en la cocina y ¡en la familia! Su profesión, sus placeres y su futuro.Consejos para amigarnos con la cocina.

– Antes de dedicarte a esto, ¿cómo te llevabas con la cocina?

– Siempre fue una pasión para mí la cocina, fue natural ponerme a cocinar.No me genera estrés, me da adrenalina pensar platos nuevos, es un desafío constante.Me encanta divertirme también y transmitirlo.Los lunes por ejemplo, que arranca la semana y suelen ser medio tristones, en mi casa hago platos o propuestas más divertidas para levantar el ánimo con la comida.Siempre fue mi lugar la cocina.

– ¿Qué es lo que más disfrutás haciendo a nivel profesional -ya que hiciste tele, tenés tu revista, tus propios locales y hasta hiciste teatro-?

– Me encanta hacer televisión, la interacción que te da con la gente.Es lo que más disfruto.Y también, claro, tener los locales porque el producto se ve reflejado ahí.

-¿Tenés algún pendiente en tu profesión?

– Quiero abrir un local en el exterior y que mi cocina se conozca internacionalmente.Me falta dar ese paso.

– ¿Te imaginaste alguna vez haciendo otra cosa?

– No, porque no me siento enfrascada.De hecho, la cocina me permitió hacer conducción y probar otros roles desde ahí.Nunca me sentí encerrada en un rol, estoy más que agradecida con todo lo que hice.Para mí fue genial además, para formar mi familia que era un deseo que yo tenía clarísimo.Me dio equilibrio, crecí un montón y gracias a eso mi familia está equilibrada también.Me gusta seguir creciendo profesionalmente a medida que me dejen los chicos.Quiero que la marca se desarrolle más.

– Seguramente fueron varios factores, pero si pudieses destacar algo, ¿cuál fue la clave del éxito de tu carrera?

-La alegría.Eso siempre fue lo más importante.Ponerle alegría a todo, esa predisposición.Y siempre tratar de lograr lo que quería y soñaba.

– Te conocemos por tener una gran energía y estar siempre activa, ¿en qué momentos te gusta descansar?

– Casi siempre descanso los fines de semana, veo películas con los chicos.En la semana también trato de buscar un rato, puede ser antes de cenar o al sentarnos a la mesa.Charlamos, nos contamos el día, eso es super relajante para mí y lo disfruto muchísimo.La mesa es muy importante, compartir ese momento todos juntos, es el momento que más disfruto del día.

– ¿Te gusta cocinar con gente o la cocina es tu refugio personal?

– Depende el día y de qué esté haciendo.Si cocino para divertime me encanta que me ayuden los chicos y jugamos, probamos.Pero si no, no los dejo mucho, jaja.Yo soy super práctica y hay días que tengo los horarios muy pautados y ajustados entonces, tengo que cumplir eso.Si no, me redivierte compartir la cocina.Con Bernie (su marido) nunca cocino, porque me pone renerviosa, jaja.

– Hay muchas mujeres que por falta de tiempo o ideas no cocinan en sus casas, ¿qué consejo le darías?

– Que traten de buscar recetas fáciles, que no se compliquen.Siento que hoy la mujer (y es comprensivo) no tiene tiempo, pero me da pena que compren comida rápida o prehechas que no son tan sanas, porque hay muchos platos super fáciles que no llevan tanto tiempo.Tenemos muchos cortes de carne riquísimos que lo haces en dos minutos con un puré super rico y sencillo.Muchas mujeres piensan que meter un paquete prehecho en el horno es comida y no está bueno.Sobre todo por los chicos, que terminan mal alimentados y muchos con obesidad.Me llama la atención porque es sumamente importante la comida.Además, por el amor que transmite cocinarles.Para mí eso es un placer.Los fines de semana, en casa somos tantos que comemos en tandas, porque los chicos casi siempre vienen con amigos.Los más grandes podrían comer en el club, en cualquier otro lado, pero quieren hacerlo en casa, ellos sienten el placer de que te dediques a ellos, está buena esa elección, que elijan venir a casa.Por eso, mi recomendación es que cocinen fácil y rápido, pero rico, saludable y con amor.Se puede.

– Los dulces muchas veces vienen con el cartel de “prohibido” por las calorías que suponen comerlos.¿Qué les dirías a los que no se permiten esos placeres?

– Hay muchas formas de disfrutar los dulces y cuidarse al mismo tiempo.Algo que recomiendo siempre es que en la semana nos cuidemos y en el finde disfrutemos.Sin desbocarse, pero buscar la diversión en la comida.Yo además, hago deporte (para cuidarme y porque me encanta hacerlo) y me doy mis placeres.Me divierte y no lo reprimo.

– ¿Y los dulces y los chicos?

– Hay de todo y depende qué se haga y cómo.Obvio que lo hecho en casa es lo más rico.Mis chicos ya están un poco cansados de las tortas por ejemplo, jaja.Pero bueno, están acostumbrados a la variedad y por eso, cada uno tiene sus preferencias.Mi hijo de 10 años, por ejemplo, es refanático de mis galletas y cuando viene con los amigos -que se quieren comer todo, obvio-, me pide las galletas y los chicos no lo pueden creer, jaja.