Chantal Abad: “La cocina es un acto de amor y también, de consciencia”
Entrevistas

Chantal Abad: “La cocina es un acto de amor y también, de consciencia”

Chantal Abad es cocinera y también, una emprendedora curiosa. Le apasiona la docencia y la comunicación, dos virtudes que la destacan en el programa Morfi, todos las mañanas por Telefé. @chantalabad cree que al alimentarnos, tenemos que hacer todo lo que está a favor de nuestro cuerpo y de nuestra alma y dejar de lado lo que nos hace mal y tenemos la posibilidad de cambiar.

– El desafío de la cocina consciente es…

– Tratar de reaprender lo que se tiene aprendido en cuanto a la manera de alimentarnos. Hoy tenemos más información y sabemos qué hace bien y qué hace mal. Más allá de un acto de amor, la cocina es un acto de consciencia. Comer, más allá del placer, tiene que ver con ser saludable.

– El mejor aroma.

– El de la cocina de la casa donde uno creció. Para uno serán las pastas, para otro el asado… Hay aromas que te llevan a un lugar, en mi caso es la sopa de verdura de mi abuela. Recrear esos aromas en la cocina, remplazando algunos ingredientes y técnicas es el gran desafío de los cocineros, pero siempre el mejor aroma va a ser el de la cocina que uno sintió en su casa, de chiquito.

– Enseñar es…

– Enseñar es hacer. Es predicar con el ejemplo. Si aplica lo que dice, genera en el otro la confianza de que lo estás haciendo con convicción. Muchas veces lo que se dice con lo que se hace no tiene coherencia, entonces, más allá de transmitir y de comunicar, enseñar es demostrar haciendo.

– La mejor receta para sacar el “miedo a la cocina”.

– Lo que uno tiene que hacer si nunca se animó es buscar técnicas simples que parezcan muy complejas. Por ejemplo, el gazpacho. Parece sofisticado porque es una sopa fría que se come en España. Y es meter ingredientes en una licuadora y acompañarlo con una tostada de pan casero frotada con ajo. No tiene ninguna ciencia y cuando uno puede hacer esas cosas que parecían tan complejas y en realidad no lo son, se empieza a soltar. Todo es prueba y error. No hay por qué temer.

– ¿Cocina para dos o cocina para muchos?

– Cocina para la ocasión. Está bueno hacerlo para muchos porque es un desafío cocinar en cantidad, armar una gran mesa y tener mucha variedad. Pero también, tiene su mística y su romance hacerlo para dos. Y no me refiero a una pareja, es cocinarle a una amiga, a una hermana, a un abuelo. Cuando uno cocina para dos está muy pendiente de una sola persona y te lleva toda tu atención. No me podría decidir, cada ocasión tiene su magia.

– En la cocina, ¿rigurosidad o creatividad?

– Hace diez años hubiera respondido rigurosidad, método, técnica, lo medido y lo exacto. Hoy, 16 años después de haber empezado a cocinar, creo que la cocina tiene que ser un lugar donde se disparen todas las ideas del mundo. Donde manteniendo obviamente, un orden una limpieza y una conducta, uno tiene que dejar salir todo lo que le viene a la mente y probar todo lo que te dicen que no va a combinar nunca.

– Tu mejor fin de semana.

– En la playa, en el campo o en el río. Rodeada de naturaleza, con mucho silencio, haciendo yoga, tocando mi instrumento, rodeada de mis afectos y con mis animales. Cocinando todos juntos y compartiendo anécdotas. Siempre es bueno cada tanto un buen fin de semana para estar en silencio y mirar para adentro.

– ¿Qué te gusta que te cocinen?

– Me gusta que me cocinen, que ya es un montón porque casi nadie se anima. Casi siempre pido ceviche porque me encanta o una picada de untables (hummus, guacamole, tapenade).

– Planes para el año.

– Imagino un año de mucho crecimiento a nivel personal, espiritual y profesional. Empecé el programa de niños (Morfi Kids) que promete mucho, y continuar en la docencia. El proyecto del libro en el que estoy trabajando y ojalá que nazca en 2018…

– ¿Para alimentar tu alma?

– Este año termino el profesorado de yoga y estudio música -que me apasiona-. Sigo buscando abrir la conciencia y el espectro de lo que cocino; comunicar más la cocina consciente, la cocina viva y el estar más conectados con la naturaleza y menos con el frenetismo de la ciudad. Quiero expandirme, viajar y dar clases por el país. Viajar, conocer gente y conocer otras formas, otras recetas, otras culturas.