Floxie: “Viajar solos es una de las mejores terapias”
Entrevistas

Floxie: “Viajar solos es una de las mejores terapias”

Flor (@floxie10) trabajó durante 20 años en el aeropuerto de Ezeiza. En el camino, creó un blog con información útil sobre viajes que se convirtió en un éxito y le dio el empuje que necesitaba para tomar vuelo sola. Hoy viaja por el mundo contando sus experiencias y brinda cursos para emprendedores.

 

Pasaron siete años desde que arrancaste con “El mundo de Floxie”. ¿Qué te llevó a lanzar el blog?

Después que terminé la secundaria, y hasta los 32 años, estudié sin parar. Comunicación Social, Turismo, Diseño Audiovisual, Fotografía… era una estudiante eterna. En paralelo, empecé la carrera de Aeronáutica y a trabajar en el aeropuerto. El blog empezó como un hobbie. Desde un principio, el objetivo fue ofrecer información útil, mostrar el lado B de las líneas áreas y de todo lo que uno necesita cuando viaja.

 

Pero había un detalle: no podías mostrarte a tus seguidores… ¿Cómo se construye una marca personal desde el anonimato?

Como trabajaba en una línea aérea, tenía que evitar los problemas por la política de uso de redes sociales y proteger mi identidad. El problema es que, con el tiempo, el blog fue creciendo muchísimo, me empezaron a invitar a viajes de prensa, pero no podía mostrar la cara. Como avatar del blog elegí la imagen de una azafata de Panam, de los años ’60, porque para mí representa la época dorada de la aviación. ¡Así me convertí en la loca que, de repente, sacaba de la cartera una máscara de cartón para la foto!

 

¿Qué fue lo que te hizo el “clic” para renunciar a tu trabajo y dedicarte de lleno a tu proyecto?

Decidí que tenía que mostrarme totalmente después de un viaje a Islandia. Fue una experiencia muy motivadora porque estaba sola, en medio de la nada, entre volcanes y glaciares. Ahí empecé a preguntarme cuál era mi propósito y cuál iba a ser el próximo paso. Entendí que lo que estaba haciendo era mi pasión. Me puse un objetivo: en un año, tenía que vivir del proyecto. Publiqué mi primera foto un 31 de diciembre: necesitaba empezar el año sin la careta y fue super positiva la recepción, fue muy shockeante.

 

Pasaste cuatro años con “la careta puesta”. ¿Lo volverías a hacer?

Sí, totalmente, fue el camino que me llevó a donde estoy ahora. Renuncié en agosto del año siguiente, más o menos con el 40% de mis ingresos cubiertos. En todo este camino aprendí que uno tiene que ser fiel a sí mismo, escucharse antes que nada y seguir a la intuición. Pero ojo: es importante tener un plan; tener en cuenta que las cosas llevan tiempo, trabajo y dedicación, la fórmula es ser constante y genuino.

 

¿Cuánto te costó llevar esa fórmula a la práctica?

Hay que tomarse el tiempo y preguntarse quién queremos ser. Viajar sola es la mejor forma: te exponés a lo mejor y a lo peor de uno mismo, es una de las mejores terapias.

 

¿Qué consejos les darías a quienes buscan un cambio?

Los miedos y las voces exteriores siempre van a existir, el punto es convivir con el miedo y aprender a callar esas voces. Ese es el consejo que puedo darle a cualquier persona que quiera emprender: si vos sentís que es por ahí… es por ahí. ¡Durante el 2019 viajé el equivalente a cuatro vueltas y media al mundo! Arriesgué un montón, no fue fácil, tuve miedo, pero no me arrepiento. Si hace 20 años hubiese pedido un consejo, me hubiese gustado que me dijeran eso.