Javier Rodríguez: “Dejar de dejar es un trabajo a largo plazo”
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Javier Rodríguez: “Dejar de dejar es un trabajo a largo plazo”

Con la frase de cabecera #DejaDeDejar, el Licenciado en Nutrición Javier Rodríguez (@javiernutricionok) busca compartirle a sus más de 130 mil seguidores un mensaje bien claro: a la hora de bajar de peso, el único camino es la constancia.

En tus redes sociales siempre motivás a tus seguidores con la frase #DejaDeDejar. ¿Qué mensaje buscás transmitir con eso?

Siempre que uno quiere cambiar los hábitos y quiere solucionar desde raíz el problema del sobrepeso y la obesidad, el camino es uno: para lograrlo, hay que estar varios meses sosteniendo las conductas. Me parece una frase muy potente porque, justamente, lo que no podemos lograr es sostener esas conductas en el tiempo porque nuestro cerebro siempre quiere volver a hacer lo que está acostumbrado a hacer… Y eso es lo que los llevó a estar como están. Por lo tanto, si no cambiás lo que hacés, no podés cambiar cómo estás. Para cambiar de raíz, hay que hacer un trabajo de varios meses para que el cerebro “aprenda” a automatizar esas conductas que nos van a llevar a estar sin sobrepeso y obesidad, como en general buscamos.

A la hora de llevar adelante una alimentación saludable, consciente y que perdure en el tiempo, ¿Cuáles son para vos las claves más importantes a tener en cuenta?

Siempre es importante la alimentación saludable y elegir alimentos de calidad, pero en un país en el que entre el 40 y el 60% de las personas tienen -por lo menos- 15 kilos de más es muy difícil ver a la alimentación por sí sola. Muchas veces, al basarnos tanto en los alimentos saludables, nos olvidamos que lo más importante es disminuir la grasa corporal, que es la que trae problemas cardiovasculares.

Para llegar a ese objetivo, ¿qué importancia tiene controlar las cantidades?

Además de comer alimentos saludables, la única manera de bajar la grasa corporal es “atacar” de lleno a las porciones. Los argentinos comen mucha cantidad de todo… Sobre todo, de jueves a lunes. Por eso, además de la alimentación saludable y elegir alimentos de calidad, también hay que trabajar mucho sobre la cantidad. Ese es uno de los factores más importantes a la hora de atacar el sobrepeso y la obesidad, dos de los grandes flagelos que tenemos hoy en día.

¿Cuáles son los pequeños cambios o pasos que podemos dar para empezar a apostar a una alimentación más consciente?

Lo primero que se puede hacer es aplicar orden y generarnos el comer cuatro veces al día. También es importante incluir vegetales, al menos cinco o seis veces por semana, tanto en el almuerzo como en la cena. Muchas veces uno piensa que come vegetales porque lo hace de lunes a miércoles. Pero de jueves a domingos -esos días asociados a eventos sociales, salidas y cumpleaños- nos olvidamos de comer verduras porque creemos que alcanza con haberlos ingerido los días anteriores. La inclusión de verduras tiene que ser, por lo menos, en 10 o 12 comidas principales a la semana. Otra cosa que está muy devaluada es el desayuno: el 30 o 40% de los argentinos no come nada hasta dos o tres horas después. Eso desbalancea el control de los impulsos a lo largo del día y genera menos capacidad de controlar las porciones.

¿Qué consejos le das al paciente que llega y quiere ver resultados rápidos? ¿Por qué es tan importante “bancar el proceso”?

Las personas que quieren ver resultados rápidos en realidad lo que están haciendo es tratar al sobrepeso como una patología aguda, como si fuese una infección por ejemplo. Pero son patologías crónicas y, como toda patología crónica, significa que se generó durante muchísimos años. Querer solucionarlo de manera aguda, con esas dietas rápidas, siempre va a llevar al fracaso. Someterse a una restricción agresiva o a prohibir ciertos alimentos es una de las grandes causas del sobrepeso hoy en día. Hay que evaluar las conductas que hacemos a lo largo de semanas, meses y de los años: si no cambiamos esos hábitos, nunca se va a llevar al largo plazo a estar como se quiere estar, sea la dieta que sea. Si uno va por ese camino, a los dos o tres meses siempre va a volver al inicio.