Liliana Tieri – Asociación CUI.D.AR
Entrevistas

Liliana Tieri – Asociación CUI.D.AR

Pasaron 13 años ya de aquel día en que la vida de Liliana Tieri cambió abruptamente.Su hija Estefanía de solo dos años había sido diagnosticada con diabetes.Fue un momento difícil y angustiante, no entendía qué debía hacer ni por qué le tocaba estar en contacto con una enfermedad que no conocía pero con la que debería convivir el resto de su vida. 

Ese instante fuerte y extremadamente movilizador pronto la llevó a comprender que necesitaba conocer a otros papás y a otras mamás que  estuvieran transitando por las mismas vivencias.Y a eso se abocó.Fue así que logró conocer y convocar a otros papás y a otras mamás.A los primeros encuentros le siguieron otros, la mesa se fue agrandando y “casi sin darnos cuenta dimos origen a la “Asociación para el Cuidado de la Diabetes en Argentina – CUI.D.AR”

¿Qué cosas cambiaron en tu vida desde que supiste que tu hija tenía diabetes?
Fue un antes y un después.Tuve la necesidad de aprender, informarme y educarme porque entendí que sólo así podría ayudarla.Con el tiempo comprendí que todo aquello que yo había aprendido me permitía también ayudar a otros chicos.
Salí a la búsqueda de otros padres, organicé una charla y vinieron sólo dos o tres.Nos reuníamos una vez por semana, de a poco se fueron sumando otros, fuimos multiplicando las ideas y fuimos generando espacios para difundir lo que hacíamos y un poco así fue como surgió CUI.D.AR
Claro que esto no fue de un día para el otro, CUI.D.AR es el resultado de muchísimo trabajo, mucho esfuerzo, mucho compromiso y responsabilidad. 
La diabetes de mi hija significó un duro golpe, y hubiera dado todo porque ella no tuviera diabetes, pero eso ya no puedo cambiarlo, pero sí puedo cambiar y hacer muchas cosas por mi hija y por muchos otros chicos que como ella tienen diabetes para que vivan vidas más plenas y más felices.En un punto soy  una agradecida  de tener la posibilidad de ayudar a tantos chicos.Nada es comparable con ver sus sonrisas, sus caritas, verlos contentos, felices o su intensa emoción. 

¿Qué importancia le fuiste dando al trabajo en equipo?
En una organización social poco o casi nada se puede hacer si no se suman voluntades y colaboración, seguramente existen líderes, pero los resultados llegan a partir del trabajo en equipo.Esto es fundamental.

¿De dónde sacaste fuerzas para, primero, enfrentar la enfermedad y, después, dar origen y conformar  una organización?
Primero y sin duda fue mi hija el motor que me impulsó y me sigue impulsando a tener la fortaleza que necesito, y luego cada uno de los chicos que día a día se van acercando a CUI.D.AR.Son ellos quiénes renuevan permanentemente las fuerzas para seguir.
Es importante decir que  nos acercamos a la diabetes no desde la enfermedad sino desde la salud.La diabetes es una condición que los chicos tienen, que les exige determinados cuidados pero que les permiten estar sanos y sin complicaciones y vivir vidas plenas.Tener diabetes no los hace diferentes al resto.    

¿Qué consejo le darías a una familia que tiene un hijo diagnosticado?
Informarse, aprender, conocer.La educación en diabetes es fundamental como también es fundamental conocer a otros papás y mamás que les pasa lo mismo y comprender que si bien no podemos nosotros tener diabetes, sí podemos acompañar, contener y estar cerca de  nuestros hijos.Seguramente los padres de chicos con diabetes, llevamos una “curita en el alma”, pero día a día tenemos que hacer los esfuerzos necesarios para aceptar esta condición, cuidar a nuestros hijos  y tener esperanza que pronto la cura llegará.Esperamos que algún día CUI.D.AR se transforme  en la Asociación de “ex chicos con diabetes”. 

¿Qué impresión te llevás de las mujeres con las que trabajás?
Que todas ellas tienen una profunda sensibilidad, quizás porque la mayoría transitó por un hecho muy movilizador que les hace ver la vida desde otro lugar, mucha generosidad y  un fuerte compromiso con los otros.Trabajar en una organización como CUI.D.AR  nos une y nos brinda muchas satisfacciones y muchas exigencias también, pero si logras cumplir los proyectos o las metas que te propones es maravilloso porque sabés que estás ayudando a cumplir sueños o a cubrir necesidades de mucha gente.

¿Qué te hace sentir orgullosa?

El haber podido transformar el inmenso dolor que sentí ante el diagnóstico de diabetes  de mi hija en algo positivo que me permite ayudar a muchos.